Prevista en el Código Civil Portugués, la cesión de créditos permite al acreedor transferir la titularidad de un crédito a un tercero sin el consentimiento del deudor, salvo que esté legalmente prohibida o se haya pactado lo contrario entre las partes. Sin embargo, no es raro que este mecanismo se utilice de manera abusiva, en particular para eludir procedimientos de ejecución, como embargos judiciales en curso, constituyendo una práctica fraudulenta que requiere especial atención.
Según nuestra experiencia, muchas veces la formalización y notificación de una cesión de créditos a un determinado deudor oculta una intención ilegal, como por ejemplo, manipular o frustrar las expectativas legítimas de cobro de un tercero acreedor.
No obstante, existen indicios que pueden ayudar a identificar estas prácticas fraudulentas, entre los cuales destacamos los más comunes:
• Una solicitud previa e informal (por teléfono o correo electrónico) para que el pago habitual de un producto o servicio se realice en una cuenta diferente a la inicialmente prevista en el contrato;
• La identificación de que el titular de la nueva cuenta de pago es una persona vinculada a la empresa, en particular su socio gerente;
• En el caso de empresas, donde, por razones de seguridad, es poco probable que atiendan estas solicitudes informales, puede surgir posteriormente la notificación de una cesión de créditos.
Como regla general, y de acuerdo con el artículo 577 del Código Civil, la cesión de créditos es válida sin el consentimiento del deudor, requiriéndose únicamente su notificación.
Sin embargo, toda regla tiene sus excepciones. En casos de posible abuso de derecho – como se prevé en el artículo 334 del Código Civil, que prohíbe el ejercicio de un derecho en contra de la buena fe y de los fines económicos – es legítimo que el deudor notificado se niegue a verse afectado por la (ilegalidad de la) cesión.
Se recomienda, por lo tanto, que, en caso de sospecha, se rechace realizar un pago a una cuenta diferente a la registrada del proveedor por razones de seguridad interna, informando de ello al cedente.
Si, a pesar de esto, persiste la insistencia en el pago, y dado que la cesión de créditos no requiere el consentimiento del deudor, cuando exista una duda fundada sobre a quién pagar, el deudor puede optar por la Consignación en Depósito, resguardando así sus derechos hasta que las dudas sean definitivamente aclaradas.
En la asesoría jurídica que prestamos regularmente a clientes en nuestro departamento de litigios, advertimos que algunas cesiones de créditos pueden ser ilícitas. Por ello, es imprescindible adoptar y mantener una postura vigilante.
La identificación temprana de prácticas sospechosas – como solicitudes informales de pago en cuentas alternativas y, ante la negativa del deudor, la posterior formalización de un contrato de cesión de créditos – es fundamental para prevenir abusos.
En Belzuz Abogados, S.L.P. contamos con un equipo de abogados especializados en esta materia, capacitados para ofrecer un sólido apoyo jurídico a nuestros clientes.
Departamento de Derecho Procesal y Arbitraje | Portugal
Belzuz Abogados SLP
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